martes, 10 de marzo de 2015

Informe de Proyecto.

Informe de Proyecto

Ensayo: Transtornos alimenticios.

La anorexia y la bulimia: enemigos potenciales de la juventud. 
En los últimos años, el uso masivo de los medios de comunicación, así como la difusión de una imagen corporal perfecta en todos los sentidos, han generado diversos estereotipos en nuestra sociedad, los cuales han afectado de una u otra manera a los adolescentes y jóvenes. La anorexia y la bulimia, son prueba latente de ello, son enfermedades devastadoras que han cobrado una dimensión inusitada entre los jóvenes de todo el mundo y de todas las clases sociales1. Estos padecimientos, que están muy ligadas la una a la otra, han afectado y cobrado la vida de miles de jóvenes en las últimas décadas. Empero, este es un problema que no ha disminuido, por el contrario, ha ido aumentando al paso del tiempo. Prueba de ello es que tan sólo en México, la incidencia de dichos padecimientos ha aumentado 300% en los últimos veinte años. Pero ¿Cuáles son las causas que llevan a la aparición de estas enfermedades? ¿Cómo se desarrolla la enfermedad? ¿Qué consecuencias tienen a nivel personal? ¿Cómo solucionar, tratar, pero sobre todo, prevenir el problema?
Primeramente, empecemos por definir a grosso modo cada uno de estos padecimientos, que después de todo, no son más que una adicción por la delgadez2
La anorexia nerviosa, es un transtorno de la alimentación, que se caracteriza por el rechazo a la comida y un miedo obsesivo a engordar, lo cual puede conducir a un estado de inanición que trae consigo diversas consecuencias. Por otro lado, la bulimia o bulimia nerviosa es (de igual manera) un transtorno alimenticio en el cual el enfermo consume comida en exceso en lapsos muy cortos, de los cuales sigue un periodo de arrepentimiento en el que la persona busca eliminar la cantidad de alimento consumido mediante vómito inducido o laxantes. Ambos padecimientos están muy ligados el uno con el otro y generalmente, pueden llegar a desembocar en problemas depresivos.
Estos problemas se dan principalmente en mujeres, ya que por lo general, son ellas quienes se preocupan más por su imagen. En nuestro país, el 90% de los casos de anorexia y bulimia, se tratan de mujeres entre 14 y 17 años de edad. Sin embargo, a pesar de que se conoce muy bien el problema, sus causas con muy variadas y difíciles de valorar. La presión social, los estereotipos y el provenir de una familia rígida, son las causas principales los estereotipos, son mayoritariamente las causas principales. A pesar de lo anterior, podemos decir que estas no son las “causas reales”, pues al analizar a fondo el tema, podemos llegar a la conclusión de que el centro de todo es una baja autoestima e inseguridad por parte del paciente, sin importar su sexo o su edad. De esta manera, tenemos que si tenemos una baja autoestima, si no nos queremos y nos aceptamos a nosotros mismos tal y como somos, seremos un blanco fácil para las críticas de nuestra sociedad imperfecta que quiere personas perfectas en todos los sentidos.
Pero, ¿de dónde salen todos estereotipos que nos dicen cómo debemos ser? La publicidad podría ser una buena respuesta a esta interrogante. Día a día, los medios masivos de comunicación, nos bombardean con fotografías de modelos con cuerpos perfectos y vidas perfectas y productos “light” para no engordar, es de ahí de donde surge la idea que la sociedad adopta de que debemos ser exactamente como ellos, y que si no lo somos, no seremos bien vistos ni aceptados por los demás. Entonces, como se mencionó anteriormente, si no se tiene una buena autoestima y nos aceptamos y valoramos como somos, comenzamos a querer cambiar; pero el problema no es precisamente éste, sino que buscamos cambiar para satisfacer las exigencias de los demás o de nosotros mismos sobre tener cuerpos perfectos a costa de todo, incluso de nuestra propia salud.
Es entonces donde comienzan a aparecer estos transtornos y la primera etapa de la anorexia se hace presente; ésta es la aceptación acrítica del sobrepeso. En esta etapa, la persona da por hecho que está gorda, lo cual la lleva a dejar de ingerir alimentos, hacer ejercicio excesivamente. De ahí, se pasa al pensamiento obsesivo compulsivo, en el cual, la persona cree que todos los alimentos engordan o hacen daño. Posteriormente, tenemos la tercera etapa, que es el dismorfismo perceptual; la etapa más crítica de la enfermedad en la que el paciente experimenta una anormalidad en el sentido de la percepción respecto a su persona, y a pesar de estar delgada, se ve gorda frente al espejo.
A pesar de que la anorexia puede darse por sí sola, en algunas ocasiones viene acompañada de la bulimia, la cual tiene, de igual manera, ciertas etapas. La primera, se conoce como inicio del ciclo bulímico; en ésta, se comienza con la ingesta exagerada de alimentos, seguidos de vómitos autoinducidos o consumo excesivo de laxantes. La segunda etapa, conocida como cronicidad bulímica, la cual se caracteriza por la creación de una cierta “adicción” al ciclo bulímico.
Sin embargo, al pasar a través de las diferentes etapas, la persona generalmente no busca ayuda. Se siente sola, avergonzada, trata de ocultarlo a toda costa y en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera reconoce su padecimiento o acepta que sea un problema, a pesar de las consecuencias personales que estas enfermedades traen para su salud, entre las cuales, podemos encontrar anemia, deshidratación, pérdida del cabello, ausencia en la aparición de caracteres sexuales secundarios, uñas quebradizas, problemas estomacales, fluctuaciones en el peso, problemas cardiacos e incluso, problemas neuronales y autoagresión ex profeso de compensar el dolor del hambre.
A pesar de todas las graves consecuencias que tienen estos padecimientos sobre la salud, a la persona no le importa; aguanta de todo con tal de conseguir su objetivo, que es el de tener un cuerpo perfecto3. Es por esto que quienes generalmente desarrollan dichas enfermedades, son personas por lo general muy perfeccionistas, intelectualmente sobresalientes, de carácter fuerte o enfocadas al éxito, pero que esconden detrás de estas cualidades una baja autoestima, miedo al rechazo, al fracaso y en general, inseguridad.
Todo esto, puede ir conduciendo poco a poco a otros problemas psicológicos y psiquiátricos como la depresión. La persona se hunde en un estado de tristeza e infelicidad, siente que no vale y que es inútil por no ser “perfecta”. De ahí se deprenden problemas no sólo a nivel personal, sino también social; se aísla de las personas, pierde el gusto por ciertas actividades que antes le hacían feliz, surgen problemas familiares, entre otras cosas.
Es bastante triste el hecho de saber que esta es la situación por la que varios adolescentes de nuestro entorno pueden estar atravesando silenciosamente, que se sienten atrapados, que no encuentran la salida, o que peor aún, se han acostumbrado tanto a vivir de esa manera, a convivir con el dolor y con la enfermedad que ya ni siquiera buscan salir. Pero la peor parte es que nosotros mismos lo hemos propiciado; lo hemos propiciado al burlarnos, criticar, menospreciar o rechazar a alguien por su peso, al “idolatrar” a las figuras perfectas de modelos que aparecen en las revistas, que de antemano, sabemos que no son reales. Simplemente, al establecer todos esos estereotipos y reglas sobre la apariencia física que rigen nuestra sociedad hoy en día. Al creer que la belleza y la aceptación, sólo pueden lograrse teniendo un cuerpo escultural. 
Así pues, podemos darnos cuenta de que vivimos en una sociedad que empeora día con día. Una sociedad que dice cuidar y fomentar el sano desarrollo del adolescente, pero que en realidad, lo está destruyendo y lo está conduciendo a su propio fin.
Sin embargo, no sirve de nada lamentarnos sobre un hecho que ya está sucediendo y que día con día está creciendo. Lo que podemos hacer, es tomar cartas en el asunto y evitar que esta problemática siga creciendo, ayudar en lo posible al tratamiento de personas que conozcamos y que sepamos que están padeciendo estos transtornos, para de esta manera, irla erradicando poco a poco. Hagámoslo no por obligación, sino a motu propio, por nosotros, por nuestros compañeros y amigos, por nuestra sociedad y por nuestros adolescentes.
Primero que nada, debemos construir relaciones de calidad dentro de la familia; crear lazos donde prevalezcan la confianza, el amor, el cariño y la aceptación, ya que la familia es una parte muy importante en el desarrollo del adolescente y en el tratamiento de estos padecimientos. Del mismo modo, debemos ayudar a crear un ambiente en el cual predomine el respeto a las diferencias de los demás, sin estereotipos, discriminación o críticas en nuestro entorno social, para que éste ayude al adolescente a tener una buena autoestima. Otro punto importante, es forjarnos un pensamiento crítico ante los medios de comunicación y no creer que todo los que nos muestran es verdadero4. Claro está que no podemos cambiar la actitud de los demás, pero podemos iniciar el cambio con nosotros mismos, y aunque los resultados no sean muy notorios, habremos contribuido en algo.
De igual manera, es muy importante el estar atentos a conductas que puedan estar relacionadas con la anorexia o la bulimia, tales como una pérdida rápida de peso, preocupación excesiva por el mismo, gran consumo de agua, rechazo a alimentos con gran contenido calórico, debilidad o problemas para respirar5. En caso de que alguien cercano a nosotros muestre estos síntomas, es importante mostrarle nuestro apoyo, no juzgarlo y ayudarlo a buscar ayuda. Si somos nosotros los que estamos pasando por un padecimiento de este tipo, es importante recordar que no debemos quedarnos callados y debemos buscar ayuda lo antes posible; siempre hay alguien en quien confiar, ya sea amigos o familiares, y si no los hay, debemos tener presente que hay instituciones destinadas a ayudar a jóvenes que estás atravesando por situaciones de esta índole.
La anorexia y la bulimia son problemas que deben ser tomados en serio, no como un juego, ni una moda, ni algo para llamar la atención. Son transtornos alimenticios cuyo origen se encuentra primeramente en una baja autoestima e inseguridad sobre uno mismo6, lo cual ocasiona que las críticas y los estereotipos sobre un cuerpo perfecto nos afecten fácilmente y nos lleven a desarrollar estas enfermedades, cuyas prácticas pueden traer diferentes consecuencias para nuestro organismo y nuestro bienestar personal y social, lo cual nos conduce hacia nuestro propio fin, a un agujero del que en un determinado punto, aunque queramos, no podremos salir. Sin embargo, existen maneras de tratar y prevenir estos padecimientos con los que nosotros podemos contribuir. Debemos respetar a las personas, valorarlas y aceptarlas como son; no criticarlas ni juzgarlas, para de esta manera, poder hacer de esta sociedad un entorno mejor para desarrollarnos como adolescentes y como personas, y sobre todo, no buscar ser ideales, sino, reales.

1 (Salcedo, 200; p. 48). Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
2 Concepción Salcedo Meza.
3 Castellano, Serafín. 2001. Anorexia y Bulimia: Información y prevención. Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
4 Castellano, Serafín. 2001. Anorexia y Bulimia: Información y prevención. Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
5 Borrás Astorga, Pedro. “Anorexia Nerviosa: Características y Síntomas”. Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
6 Gómez Juan, ‘’La Anorexia y la Bulimia’’. Consultado el día: 17 de febrero de 2015.

Referencias bibliográficas:



Cuento: La mujer perfecta

La Mujer Perfecta
 
En una casa inmensa en Roma, Italia, en el año 2014, vivía una gran familia llamada La familia Khor. Esta familia tenía mucho dinero y mucho poder en toda Roma debido a que su padre era una persona muy importante dueño de una empresa de ropa de gran prestigio en toda Europa.
Rafael, el padre, era un hombre de edad ya avanzada, serio, alto, robusto y de presencia imponente que llevaba una barba corta de color negro, que al igual que su cabello estaba salpicada por unas cuantas canas color plata. Siempre vestía elegantemente y llevaba el cabello perfectamente peinado hacia un lado. La madre, llamada Bianca, era una mujer un poco más joven que su esposo, alegre bondadosa, dedicada a su familia y muy cariñosa, siempre trataba de ayudar a los demás de diferentes formas. Era una encantadora mujer de estatura promedio, delgada, con hermosos ojos color miel y una sonrisa encantadora. Esta feliz pareja, contaba con dos hijos; Ravin y Esmeralda, que contaban con 18 y 17 años, respectivamente y se encontraban en la primavera de su vida.
Ravin, el hermano mayor, era un muchacho alto y bastante guapo, tenía el cabello color castaño y sus ojos era iguales a los de su madre. Era un joven con liderazgo y visión de éxito, cosa que había heredado de su padre. Él quería mucho a su hermana menor, Esmeralda, y solía decir que ella era quien iluminaba las oscuras habitaciones de aquella gran mansión con su presencia; y tenía razón, pues ella era una joven con una belleza sin igual; tenía grandes y hermosos ojos verdes que hacían honor a su nombre, con unas largas y hermosas pestañas que los hacían resaltar aún más. Su tez era perfectamente blanca; no había ninguna imperfección en ella; sus hermosos labios y su perfecta nariz, adornaban delicadamente ese rostro angelical. Tenía un cabello hermoso; una cabellera pelirroja y rizada que vista desde lejos, parecía una cascada de fuego que bajaba desde su cabeza, recorriendo su espalda para perderse en algún lugar poco antes de llegar a sus omóplatos. Tenía una figura perfecta, una voz angelical y una sonrisa que podía llenar de luz cualquier lugar en el que ella estuviera. Aunado a todo esto, tenía una personalidad excepcional, ¡era la persona más amable y alegre del mundo! Inteligente, dedicada, graciosa, bondadosa y cariñosa, tal como su madre, y que siempre ponía el bien de los demás antes que el suyo. Todos los que la conocían decían que era un ángel caído del cielo…sin embargo, Esmeralda tenía un pequeño problema, era muy insegura de sí misma, y a pesar de todas su cualidades, se sentía que no valía nada. 
Un día Esmeralda estaba con un joven que  llevaba ya 1 año de conocer, y que para ella era el hombre perfecto. El joven, llamado Esteban, era un muchacho de su misma edad, alto, guapo, inteligente, de familia acomodada y bien parecido, aunque superficial, egoísta, vanidoso y egocéntrico. Sin embargo, Esmeralda estaba ciega ante esto, y a pesar de que muchas personas le habían dicho que no le convenía, ella había caído ante sus encantos, y  de verdad lo amaba y quería estar con él, a pesar de que en el fondo, Esteban no la amaba a ella, sólo la estaba usando para divertirse y la había cortejado por una apuesta que había hecho con sus amigos.
Un día, mientras paseaban por los jardines de la mansión de la familia Khor, Esteban le dijo a Esmeralda:
—¿Esmeralda, te gustaría ser mi novia?
La joven se sentía en un sueño, y sus ojos se iluminaron más que nunca. Emocionada, casi sin aliento y sin saber lo que le aguardaba, le respondió:
—¡Claro que sí, me encantaría, Esteban!
—Me alegra muchísimo tu respuesta, pero tengo una condición—respondió Esteban fingiendo estar emocionado.
—¿Condición?—preguntó la joven confundida—¡Haré lo que me pidas! Yo sólo quiero estar a tu lado porque de verdad te amo.
Esteban sonrió complacido y agregó picándole las costillas:
—Bien…pues me parece que estás un poco rellenita. Te verías más guapa para mí si bajaras unos…no lo sé, ¿diez kilos? ¡Sí, diez kilos! Así serías la mujer perfecta para mí y podríamos estar juntos toda la vida.
El brillo desapareció de los ojos de Esmeralda, quien se sentía impactada por la petición de Esteban. Carraspeó.
—¿Diez…diez kilos? Pero Esteban…¿acaso no te gusto así?
El joven la tomó le las manos y le dijo:
—¡Claro que me gustas! Sólo que…no te vendrían mal unos kilitos de menos, ¿eh?
Esmeralda se puso a reflexionar. Su figura nunca le había preocupado demasiado, pero tal vez Esteban tenía razón; había estado comiendo mucho los últimos días, pues estaba de vacaciones y había ido con sus amigas a muchos restaurantes, donde había disfrutado muchas veces del gelato de vainilla que tanto le gustaba. Además, hacía poco que había abandonado sus clases de ballet porque la escuela le absorbía mucho tiempo, y tal vez eso hubiera contribuido en que subiera unos cuantos kilos.
Cuando por fin logró salir de sus pensamientos, le dijo a Esteban:
—Tienes razón, bajaré esos diez kilos por ti, mi amor, para que podamos estar juntos.
El muchacho rió para sus adentros con malicia.
—Gracias, mi corazón. Por ahora tengo que irme, se me hace tarde para mi cita con el dentista, ¡pero volveré para ver lo hermosa que te ves con esos diez kilos de menos!
Le guiñó el ojo mientras caminaba hacia su auto y Esmeralda mostró una sonrisa forzada. Lo que Esteban le había dicho la había dejado pensativa.
Una vez que él se fue, la joven corrió a su habitación y se miró en el espejo. No le gustó lo que vio. Se veía y se sentía gorda, obesa…fea. Miró las revistas de moda que tenía sobre su cama y su cuerpo no se parecía en nada al de esas modelos perfectas. Las lágrimas rodaban lentamente por sus mejillas, arrastrando a su paso el maquillaje que ella cuidadosamente se había aplicado cuando supo que Esteban la visitaría. Entonces decidió que bajaría esos diez kilos de una vez por todas, para así poder estar con Esteban.
En un principio, logró bajar 4 kilos con ejercicio y buena dieta, pero al ver su avance se sintió defraudada ya que le faltaba más de la mitad de su meta y llevaba más de 3 semanas.
Estaba desesperada, no sabía qué hacer, lo que más deseaba en el mundo era poder estar con Esteban, pero al parecer, nunca podría lograrlo. Pasó noches enteras llorando en su habitación, preguntándose el cómo había sido tan estúpida para creer que un joven como él se enamoraría de una bestia gorda y fea como ella, que era como se sentía ella en esos momentos.
Todos esos pensamientos la llevaron a dejar de comer. Tenía una terrible obsesión por las calorías que consumía y pasaba semanas enteras sin probar alimento. Pero en algunas ocasiones, cuando sentía que ya no podía más, o cuando el estrés y la presión no dejaban de agobiarla, Esmeralda comía excesivamente de todo lo que se encontraba. Sin embargo, después de eso, se sentía culpable e iba al baño a vomitar todo lo que había ingerido, o tomaba laxantes para sacar de su organismo ese “veneno”, que es como llamaba últimamente a la comida.
Cuando logró bajar los diez kilos, llamó a Esteban, quien fue a su casa a visitarla. Al llegar, Esmeralda estaba irreconocible, ya no había nada de belleza en su cuerpo, sólo muerte y enfermedad. Sin embargo, Esteban siguió adelante con su “juego” para divertirse.
—¡Esme, pero  qué hermosa estás! ¡Ahora ya podemos estar juntos, te ves más bella que nunca! —dijo esto mientras tomaba el frágil cuerpo de la joven entre sus brazos.
—Gracias—dijo Esmeralda casi en un susurro, pues se sentía demasiado débil incluso para hablar.
—Bueno, pero ¿para qué conformarnos?—agregó Esteban con malicia—Aún puedes adelgazar más, mi cielo, entre más delgada estés, más hermosa te veo yo y más te voy a amar.
Esmeralda forzó una sonrisa.
—Lo que tú me pidas, mi amor.
Siguió así por un tiempo, y en tres meses, había adelgazado ya más de veinte kilos. Su condición comenzó a empeorar; se veía pálida, demacrada, estaba prácticamente en los huesos y se sentía más débil que nunca. No podía ni siquiera levantarse en las mañanas para ir a la escuela, y lo peor es que nadie lo notaba. Ni su familia ni amigos. Ella se
 encontraba sola con su mente, con sus pensamientos que día con día la torturaban y la hundían más. Su cabello, esa hermosa cascada de fuego comenzó a apagarse, a tornarse opaca y a caerse por montones. Sus uñas comenzaron a quebrarse y su piel de seda se volvió áspera y agrietada. Su sonrisa de desvaneció y sus hermosos labios rosas estaban secos…sin vida. Cada parte de ella estaba muriendo, incluso la luz y el resplandor de sus ojos lo estaba haciendo. Era como una hermosa flor que se iba secando poco a poco.
A pesar de esto, cada vez que la joven se miraba en el espejo, veía lo mismo; “una bestia gorda y fea”, y sus pensamientos no dejaban de gritarle: “Estás obesa, eres horrible, por eso nadie te quiere, por eso Esteban no te quiere y nunca te querrá. Tienes que adelgazar más para lograr que te ame como lo amas a él”. Así que ella seguía con estas prácticas que la estaban conduciendo hacia un sólo camino: la muerte.
Al poco tiempo, durante una reunión muy importante de la familia Khor, el señor Rafael notó que su hija no era la misma, que tenía la mirada perdida y que no había nada de esa alegría y luz que siempre reflejaba, sin embargo, estaba muy ocupado como para darle importancia.
Esa noche, la señora Bianca le pidió a Ravin que tocara un poco el piano, ya que era muy bueno y quería que las demás familias notaran su gran habilidad con este instrumento musical. Ravin acepto pero pidió que su hermana acompañara la pieza bailando ballet con esa gracia que le caracterizaba.
Ella no quería pero como no podía desprestigiar a su familia y a su padre enfrente de las familias presentes negándose a tal petición, decidió ir a ponerse su vestuario para bailar, se peinó, se maquilló un poco para no verse tan demacrada y fue al salón donde estaban todos esperándola.
Al entrar todos notaron la desnutrición de Esmeralda y el gran cambio que había sufrido su cuerpo en solo tres meses. Ella hizo caso omiso a todas las miradas que la acusaban, incluso a la de sus padres y hermano, quien todavía impactado, empezó a tocar una pieza de Mozart. Ella comenzó a bailar, pero apenas había comenzado cuando se desplomó contra el suelo de madera y todos los invitados corrieron asustados a ayudarla.
Esmeralda despertó en el hospital y como era obvio, el doctor les dijo a sus padres que su hija tenía un grave problema de bulimia y anorexia, motivo por el cual había desarrollado anemia y estaba muy por debajo del peso adecuado para una chica de 17 años. Sus padres y su hermano se lamentaron por no haber puesto más atención y haber detectado el problema a tiempo.
Al enterarse de lo sucedido, Esteban corrió al hospital donde se encontraba su novia, y al verla ahí, la tristeza y la culpa lo inundaron. N podía creer hasta dónde había llegado ese “juego”.
—Esme—dijo entre sollozos—¡Perdóname, te juro que no era mi intención!
Esmeralda se conmovió al principio, pero después, al verse rodeada de doctores, enfermeras y con agujas en las venas de sus manos, supo exactamente lo que tenía que hacer.
—Vete, Esteban—dijo con voz trémula.
El joven se puso de pie, y cabizbajo, se dirigió a la salida del hospital, pensando en lo que había causado tanto a Esmeralda como a su familia.

Esmeralda se quedó llorando y pensando en su habitación. En ese momento comprendió que el verdadero amor no juzga por la apariencia física, sino por lo que hay en el interior, además de que antes de desear que otros nos quieran, debemos querernos y aceptarnos a nosotros tal y como somos, sin tratar de seguir estereotipos ni cánones de belleza impuestos por la sociedad.

Por: Sandra Paola Marfileño de Lira.

Poema: Al confiar en el alcohol

Al confiar en el alcohol
Falsas alegrías,
inocencia perdida,
juventudes deshechas,
callejones sin salida.

Quedan en la cabeza
de aquel que al alcohol
confía su torpeza
y a veces, el mal de amor.

por eso muy bueno fuera,
que en vez de etiqueta
tuviera el envase
una calavera.


Por: Dagoberto Raziel Mares Rincón.

Ejemplos de figuras retóricas.

Figuras retóricas.

Onomatopeya.
“Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.
El gallo Colibrí
era pelirrojo,
y era su traje
de hermoso plumaje.
Kikirikí.
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.
Kikirikí.
Levántate labrador,
despierta con alegría,
que viene el día.
Kikiriki.
Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el «cole».
El pueblo no necesita reloj,
le vale el gallo despertador”.
 
(Gloria Fuertes) 

Reticencia
“Por el solio de Apolo soberano
juro... y no digo más. Y ardiendo en ira,
se echó a las barbas una y otra mano”.

Prospopeya
“Suave Patria: permite que te envuelva...”
(Ramón López Velarde)


Hipérbole
“¡Oh, más dura que mármol a mis quejas, y al
encendido fuego en que me quemo más helada
que nieve, Galatea!”
(Fragmento de Garcilaso de la Vega)

Antítesis
“Es tan corto el amor
y tan largo el olvido”
(
Pablo Neruda, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada")

Elipsis
“Con estas y con otras leyes y estatutos
nos conservamos y vivimos alegres;
somos señores de los campos, de los sembrados, 
de las selvas, de los montes, de las fuentes, de los ríos
los montes nos ofrecen leña de balde, los árboles frutos;
las viñas uvas”.

Aliteración
“Irrumpes al ras del cielo raso
con tus roncos ronquidos
idos en -Re musical.
Te agarro rampante,
reafirmo en lo raro que resulta
rasgar tus ropas,
rasgar tus ropas como rapaz.
Y más reclamas.
Te haces rojo-marrón
cuando ruegas rabiosa por mi rabia”.
(Félix Rosario Ortiz)

Símil
“Como el ave sin aviso
o como el pez, viene a dar
al reclamo o al anzuelo”
(
Lope de Vega, “Fuente Ovejuna”)

Epíteto
“Por ti la verde hierba, el fresco viento
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera me agradaba…”
(
Garcilaso de la Vega)

Retruécano
“¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga,
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Pues, ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis"
 
(Sor Juana Inés de la Cruz) 

Hipérbaton
“Del salón en el ángulo oscuro
de su dueña tal vez olvidada
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa”
(
Gustavo Adolfo Becquer, Rimas VII)

Anáfora
“Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rondando por el suelo
No perdono a la muerte enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada”

Sinécdoque
Cuando llegó el ejército, los salteadores dejaron la ciudad. Una niña se acercó a un soldado y le dijo “que bueno que vino, espantó a los malos”. Así llegó la paz a las calles.

Metáfora
“Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas”.

(“El rayo que no cesa” Miguel Hernández)

Por: Diego Gutiérrez Franco.

Reseña: Diario de un rebelde

Diario de un rebelde.
Las adicciones en los adolescentes es un tema que ha sido muy mencionado hoy en día, esto debido al aumento en la incidencia de esta problemática entre jóvenes de entre 15 y 20 años en las últimas décadas. Esta situación es verdaderamente alarmante, ya que las consecuencias que pueden llegar a tener las adicciones en los jóvenes, así como para sus familias si no son tratadas a tiempo, son devastadoras.
“Diario de un rebelde” es una producción cinematográfica del año 1995, que se enfoca precisamente a este tema desde el punto de vista del escritor y poeta estounidense Jim Carroll, quien narra el episodio de su vida en que él y sus amigos se vieron inmersos en las drogas y cayeron en un espiral de desesperación. Fue producida bajo la dirección de Scott Kalvert y cuenta con la participación de actores como Leonardo DiCaprio, Lorraine Bracco y Ernie Hudson.
La película ha recibido críticas generalmente positivas, sobre todo por la manera objetiva en que trata el tema de las adicciones y las consecuencias que estas pueden tener en los jóvenes.
La historia trata de la vida de cuatro amigos Jim, Miki, Neutrón y Pedro. Su vida era muy buena, iban a un buen colegio y jugaban en un equipo de baloncesto. Un amigo, Boby, que estaba en el hospital porque tenía cáncer fue visitado por Jim que le saco del hospital y le llevó a dar una vuelta. Boby estaba muy afectado y sus pensamientos eran muy pesimistas. Poco después de la visita, él muere, lo cual es un duro golpe para Jim. Este hecho, podría ser un motivo más para meterse en las drogas. Entonces Jim y sus amigos empiezan a meterse cocaína para estar con unas chicas, pero luego se enganchan y no les importa nada con tal de conseguir droga.
Un día antes de un partido, Pedro le ofrece a sus amigos pastillas; todos aceptan menos Neutrón. El partido salió fatal, estaban mareados, al acabar el partido llaman a la policía, y como resultado, los expulsan del equipo, poco más tarde del colegio y a Jim de su casa. Más tarde, se muestra que Neutrón, al alejarse de las drogas, ha llegado a jugador profesional.
En ese momento los tres amigos restantes ya están metidos en el mundo de las drogas y hacen cualquier cosa para obtener dinero para gastarlo en droga como robar coches, bares e incluso, asaltan personas. Una noche en un bar, Pedro está tan drogado que no puede ni reaccionar, motivo por el cual, los demás lo dejan en el bar y la policía le arresta. Jim tiene un problema porque vende droga adulterada y por eso el comprador lo golpea brutalmente. Por suerte, aparece Reggie, un amigo con el que jugaba baloncesto, el cual lo encierra en una habitación de su casa para que se olvide de la cocaína y demás drogas, pero cuando el joven se va de casa, Jim aprovecha para escaparse. Como no tiene dinero, el joven se prostituye para obtenerlo, y luego se encuentra con Mikey, los dos le intentan comprar droga a un hombre que solamente los engaña. Ellos lo persiguen para que les devuelva el dinero pero cuando llegan a una terraza Mikey saca la pistola y el hombre asustado, tropieza y cae a la calle. Ambos salen corriendo; Mikey es trapado y arrestado por la policía, mientras que Jim va a casa de su madre a pedirle dinero. Ella llama a la policía y Jim es arrestado.
Al salir de prisión, el joven está rehabilitado, y vuelve a encontrarse con Pedro quien no ha salido del vicio, éste le ofrece nuevamente drogas a Jim, pero el toma una sabia decisión y se niega a volverlas a consumir.
Como podemos observar claramente en esta película, cualquier adolescente puede ser víctima de las drogas. Todos estamos expuestos en mayor o en menor nivel dependiendo del entorno social en el que nos desarrollemos, así como de nuestra capacidad para decir “no” cuando sabemos que algo puede resultar dañino o perjudicial para nuestra salud.
Las causas de que los jóvenes caigan en las adicciones, son bastante diversas, algunas de ellas se muestran en el filme, como son la influencia de los amigos y la curiosidad por experimentar cosas nuevas, ya que muchas veces, el grupo social el que pertenecemos o deseamos pertenecer, pone como condición para ser aceptado el consumir estas sustancias nocivas para nuestra salud. Otras cuantas causas comunes son los problemas familiares, ya que al estar viviendo en un ambiente de tensión donde no existe la comunicación y apoyo, los adolescentes buscan escapar de ello de la peor forma posible, y se refugian en las drogas y el alcohol, creyendo que esto los ayudará a lidiar de una manera más sencilla con sus problemas o a superarlos más fácil. Lo mismo sucede en el caso de los problemas emocionales; las drogas y el alcohol son vistos como una válvula de escape, que en lugar de solucionar cosas, las empeora, tanto para a familia como para el adolescente.
Conforme va transcurriendo la cinta, también podemos darnos cuenta de las consecuencias a diferentes niveles que trae consigo esta problemática, que no son sólo a nivel personal y de salud, sino también a nivel familiar, social y académico. En el ámbito de salud, por ejemplo, podemos observar que los personajes que aparecen, no tienen una vida sana en lo absoluto, y que incluso, algunos de ellos llegan a mostrar síntomas de padecimientos como la depresión y la paranoia. Además de los anteriores, la dependencia a estas sustancias puede desembocar también en cirrosis, y hepatitis. En el aspecto familiar, tenemos la desintegración del núcleo familiar; en el caso de uno de los personajes, éste fue expulsado de su propio hogar por haberse iniciado en el consumo de drogas. A nivel social, podemos encontrarnos con el aislamiento, la influencia a otros jóvenes y la incapacidad de mantener relaciones afectivas sanas y estables, y como fue reflejado en el filme, la adopción de conductas perjudiciales para la sociedad como la prostitución y la delincuencia con el objetivo de obtener ingresos para comprar drogas. Por último, en lo académico y profesional, el hecho de caer en las adicciones, puede conducir a deserción escolar, ya que como sucedió con los personajes de la cinta, los problemas que acarrean consigo estos padecimientos pueden llevar a la expulsión o al abandono de instituciones, y por ende al no cumplimiento de metas y propósitos a nivel tanto educativo como profesional.
Así pues, podemos decir que esta película es muy recomendable, sobre todo para los jóvenes, para que a partir de la situación que nos está presentando, podamos reflexionar acerca de los riesgos en el consumo de drogas, así como las posibles consecuencias que puede tener en diferentes ámbitos de nuestra vida, para que de esta manera, podamos adquirir un punto de vista crítico y evitar caer en este espiral de desesperación que son las drogas, del cual, no sabemos si podremos salir con vida.

Reseña en formato completo.

Por: Luis David Alba Pedroza.