En los siguientes enlaces se encuentran los videos de la dinámica denominada Cuentacuentos, llevada a cabo en el asilo de ancianas "La Sagrada Familia"
Cuentacuentos 1
Cuentacuentos 2
Cuentacuentos 3
Cuentacuentos 4
Cuentacuentos 5
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Cuentacuentos 7
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Lectura, Expresión Oral y Escrita 2º "C"
jueves, 12 de marzo de 2015
martes, 10 de marzo de 2015
Ensayo: Transtornos alimenticios.
La
anorexia y la bulimia: enemigos potenciales de la juventud. 

En los últimos años, el uso masivo de
los medios de comunicación, así como la difusión de una imagen corporal
perfecta en todos los sentidos, han generado diversos estereotipos en nuestra sociedad,
los cuales han afectado de una u otra manera a los adolescentes y jóvenes. La
anorexia y la bulimia, son prueba latente de ello, son enfermedades
devastadoras que han cobrado una dimensión inusitada entre los jóvenes de todo
el mundo y de todas las clases sociales1. Estos padecimientos, que
están muy ligadas la una a la otra, han afectado y cobrado la vida de miles de
jóvenes en las últimas décadas. Empero, este es un problema que no ha
disminuido, por el contrario, ha ido aumentando al paso del tiempo. Prueba de
ello es que tan sólo en México, la incidencia de dichos padecimientos ha
aumentado 300% en los últimos veinte años. Pero ¿Cuáles son las causas que
llevan a la aparición de estas enfermedades? ¿Cómo se desarrolla la enfermedad?
¿Qué consecuencias tienen a nivel personal? ¿Cómo solucionar, tratar, pero
sobre todo, prevenir el problema?
Primeramente, empecemos por definir a
grosso modo cada uno de estos padecimientos, que después de todo, no son más
que una adicción por la delgadez2
La anorexia nerviosa, es un transtorno de la alimentación, que se caracteriza por el rechazo a la comida y un miedo obsesivo a engordar, lo cual puede conducir a un estado de inanición que trae consigo diversas consecuencias. Por otro lado, la bulimia o bulimia nerviosa es (de igual manera) un transtorno alimenticio en el cual el enfermo consume comida en exceso en lapsos muy cortos, de los cuales sigue un periodo de arrepentimiento en el que la persona busca eliminar la cantidad de alimento consumido mediante vómito inducido o laxantes. Ambos padecimientos están muy ligados el uno con el otro y generalmente, pueden llegar a desembocar en problemas depresivos.
La anorexia nerviosa, es un transtorno de la alimentación, que se caracteriza por el rechazo a la comida y un miedo obsesivo a engordar, lo cual puede conducir a un estado de inanición que trae consigo diversas consecuencias. Por otro lado, la bulimia o bulimia nerviosa es (de igual manera) un transtorno alimenticio en el cual el enfermo consume comida en exceso en lapsos muy cortos, de los cuales sigue un periodo de arrepentimiento en el que la persona busca eliminar la cantidad de alimento consumido mediante vómito inducido o laxantes. Ambos padecimientos están muy ligados el uno con el otro y generalmente, pueden llegar a desembocar en problemas depresivos.
Estos problemas se dan principalmente
en mujeres, ya que por lo general, son ellas quienes se preocupan más por su
imagen. En nuestro país, el 90% de los casos de anorexia y bulimia, se tratan
de mujeres entre 14 y 17 años de edad. Sin embargo, a pesar de que se conoce
muy bien el problema, sus causas con muy variadas y difíciles de valorar. La
presión social, los estereotipos y el provenir de una familia rígida, son las
causas principales los estereotipos, son mayoritariamente las causas
principales. A pesar de lo anterior, podemos decir que estas no son las “causas
reales”, pues al analizar a fondo el tema, podemos llegar a la conclusión de
que el centro de todo es una baja autoestima e inseguridad por parte del
paciente, sin importar su sexo o su edad. De esta manera, tenemos que si
tenemos una baja autoestima, si no nos queremos y nos aceptamos a nosotros
mismos tal y como somos, seremos un blanco fácil para las críticas de nuestra
sociedad imperfecta que quiere personas perfectas en todos los sentidos.
Pero, ¿de dónde salen todos
estereotipos que nos dicen cómo debemos ser? La publicidad podría ser una buena
respuesta a esta interrogante. Día a día, los medios masivos de comunicación,
nos bombardean con fotografías de modelos con cuerpos perfectos y vidas
perfectas y productos “light” para no engordar, es de ahí de donde surge la
idea que la sociedad adopta de que debemos ser exactamente como ellos, y que si
no lo somos, no seremos bien vistos ni aceptados por los demás. Entonces, como
se mencionó anteriormente, si no se tiene una buena autoestima y nos aceptamos
y valoramos como somos, comenzamos a querer cambiar; pero el problema no es
precisamente éste, sino que buscamos cambiar para satisfacer las exigencias de
los demás o de nosotros mismos sobre tener cuerpos perfectos a costa de todo,
incluso de nuestra propia salud.
Es entonces donde comienzan a aparecer
estos transtornos y la primera etapa de la anorexia se hace presente; ésta es
la aceptación acrítica del sobrepeso. En esta etapa, la persona da por hecho
que está gorda, lo cual la lleva a dejar de ingerir alimentos, hacer ejercicio
excesivamente. De ahí, se pasa al pensamiento obsesivo compulsivo, en el cual,
la persona cree que todos los alimentos engordan o hacen daño. Posteriormente,
tenemos la tercera etapa, que es el dismorfismo perceptual; la etapa más
crítica de la enfermedad en la que el paciente experimenta una anormalidad en
el sentido de la percepción respecto a su persona, y a pesar de estar delgada,
se ve gorda frente al espejo.
A pesar de que la anorexia puede darse
por sí sola, en algunas ocasiones viene acompañada de la bulimia, la cual
tiene, de igual manera, ciertas etapas. La primera, se conoce como inicio del
ciclo bulímico; en ésta, se comienza con la ingesta exagerada de alimentos,
seguidos de vómitos autoinducidos o consumo excesivo de laxantes. La segunda
etapa, conocida como cronicidad bulímica, la cual se caracteriza por la
creación de una cierta “adicción” al ciclo bulímico.
Sin embargo, al pasar a través de las
diferentes etapas, la persona generalmente no busca ayuda. Se siente sola,
avergonzada, trata de ocultarlo a toda costa y en la mayoría de las ocasiones,
ni siquiera reconoce su padecimiento o acepta que sea un problema, a pesar de
las consecuencias personales que estas enfermedades traen para su salud, entre
las cuales, podemos encontrar anemia, deshidratación, pérdida del cabello,
ausencia en la aparición de caracteres sexuales secundarios, uñas quebradizas,
problemas estomacales, fluctuaciones en el peso, problemas cardiacos e incluso,
problemas neuronales y autoagresión ex profeso de compensar el dolor del hambre.
A pesar de todas las graves
consecuencias que tienen estos padecimientos sobre la salud, a la persona no le
importa; aguanta de todo con tal de conseguir su objetivo, que es el de tener
un cuerpo perfecto3. Es por esto que quienes generalmente
desarrollan dichas enfermedades, son personas por lo general muy
perfeccionistas, intelectualmente sobresalientes, de carácter fuerte o
enfocadas al éxito, pero que esconden detrás de estas cualidades una baja
autoestima, miedo al rechazo, al fracaso y en general, inseguridad.
Todo esto, puede ir conduciendo poco a
poco a otros problemas psicológicos y psiquiátricos como la depresión. La
persona se hunde en un estado de tristeza e infelicidad, siente que no vale y
que es inútil por no ser “perfecta”. De ahí se deprenden problemas no sólo a
nivel personal, sino también social; se aísla de las personas, pierde el gusto
por ciertas actividades que antes le hacían feliz, surgen problemas familiares,
entre otras cosas.
Es bastante triste el hecho de saber
que esta es la situación por la que varios adolescentes de nuestro entorno
pueden estar atravesando silenciosamente, que se sienten atrapados, que no
encuentran la salida, o que peor aún, se han acostumbrado tanto a vivir de esa
manera, a convivir con el dolor y con la enfermedad que ya ni siquiera buscan
salir. Pero la peor parte es que nosotros mismos lo hemos propiciado; lo hemos
propiciado al burlarnos, criticar, menospreciar o rechazar a alguien por su
peso, al “idolatrar” a las figuras perfectas de modelos que aparecen en las
revistas, que de antemano, sabemos que no son reales. Simplemente, al
establecer todos esos estereotipos y reglas sobre la apariencia física que
rigen nuestra sociedad hoy en día. Al creer que la belleza y la aceptación,
sólo pueden lograrse teniendo un cuerpo escultural.
Así pues, podemos darnos cuenta de que
vivimos en una sociedad que empeora día con día. Una sociedad que dice cuidar y
fomentar el sano desarrollo del adolescente, pero que en realidad, lo está destruyendo
y lo está conduciendo a su propio fin.
Sin embargo, no sirve de nada
lamentarnos sobre un hecho que ya está sucediendo y que día con día está
creciendo. Lo que podemos hacer, es tomar cartas en el asunto y evitar que esta
problemática siga creciendo, ayudar en lo posible al tratamiento de personas
que conozcamos y que sepamos que están padeciendo estos transtornos, para de
esta manera, irla erradicando poco a poco. Hagámoslo no por obligación, sino a motu
propio, por nosotros, por nuestros compañeros y amigos, por nuestra sociedad y
por nuestros adolescentes.
Primero que nada, debemos construir
relaciones de calidad dentro de la familia; crear lazos donde prevalezcan la
confianza, el amor, el cariño y la aceptación, ya que la familia es una parte
muy importante en el desarrollo del adolescente y en el tratamiento de estos
padecimientos. Del mismo modo, debemos ayudar a crear un ambiente en el cual
predomine el respeto a las diferencias de los demás, sin estereotipos,
discriminación o críticas en nuestro entorno social, para que éste ayude al
adolescente a tener una buena autoestima. Otro punto importante, es forjarnos
un pensamiento crítico ante los medios de comunicación y no creer que todo los
que nos muestran es verdadero4. Claro está que no podemos cambiar la
actitud de los demás, pero podemos iniciar el cambio con nosotros mismos, y
aunque los resultados no sean muy notorios, habremos contribuido en algo.
De igual manera, es muy importante el
estar atentos a conductas que puedan estar relacionadas con la anorexia o la
bulimia, tales como una pérdida rápida de peso, preocupación excesiva por el
mismo, gran consumo de agua, rechazo a alimentos con gran contenido calórico,
debilidad o problemas para respirar5. En caso de que alguien cercano
a nosotros muestre estos síntomas, es importante mostrarle nuestro apoyo, no
juzgarlo y ayudarlo a buscar ayuda. Si somos nosotros los que estamos pasando
por un padecimiento de este tipo, es importante recordar que no debemos
quedarnos callados y debemos buscar ayuda lo antes posible; siempre hay alguien
en quien confiar, ya sea amigos o familiares, y si no los hay, debemos tener
presente que hay instituciones destinadas a ayudar a jóvenes que estás
atravesando por situaciones de esta índole.
La anorexia y la bulimia son problemas
que deben ser tomados en serio, no como un juego, ni una moda, ni algo para
llamar la atención. Son transtornos alimenticios cuyo origen se encuentra
primeramente en una baja autoestima e inseguridad sobre uno mismo6,
lo cual ocasiona que las críticas y los estereotipos sobre un cuerpo perfecto
nos afecten fácilmente y nos lleven a desarrollar estas enfermedades, cuyas
prácticas pueden traer diferentes consecuencias para nuestro organismo y
nuestro bienestar personal y social, lo cual nos conduce hacia nuestro propio
fin, a un agujero del que en un determinado punto, aunque queramos, no podremos
salir. Sin embargo, existen maneras de tratar y prevenir estos padecimientos
con los que nosotros podemos contribuir. Debemos respetar a las personas,
valorarlas y aceptarlas como son; no criticarlas ni juzgarlas, para de esta
manera, poder hacer de esta sociedad un entorno mejor para desarrollarnos como
adolescentes y como personas, y sobre todo, no buscar ser ideales, sino, reales.
1 (Salcedo, 200; p. 48). Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
2 Concepción Salcedo Meza.
3 Castellano,
Serafín. 2001. Anorexia y
Bulimia: Información y prevención. Consultado el día: 17 de febrero de
2015.
4 Castellano,
Serafín. 2001. Anorexia y
Bulimia: Información y prevención. Consultado el día: 17 de febrero de
2015.
5 Borrás
Astorga, Pedro. “Anorexia Nerviosa:
Características y Síntomas”. Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
6 Gómez Juan,
‘’La Anorexia y la Bulimia’’.
Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
Referencias
bibliográficas:
http://es.salut.conecta.it/pdf/valencia.pdf
Ensayo en formato completo
Por: Sandra Paola Marfileño de Lira.
Ensayo en formato completo
Por: Sandra Paola Marfileño de Lira.
Cuento: La mujer perfecta
En
una casa inmensa en Roma, Italia, en el año 2014, vivía una gran familia
llamada La familia Khor. Esta familia tenía mucho dinero y mucho poder en toda
Roma debido a que su padre era una persona muy importante dueño de una empresa
de ropa de gran prestigio en toda Europa.

Ravin,
el hermano mayor, era un muchacho alto y bastante guapo, tenía el cabello color
castaño y sus ojos era iguales a los de su madre. Era un joven con liderazgo y
visión de éxito, cosa que había heredado de su padre. Él quería mucho a su
hermana menor, Esmeralda, y solía decir que ella era quien iluminaba las
oscuras habitaciones de aquella gran mansión con su presencia; y tenía razón,
pues ella era una joven con una belleza sin igual; tenía grandes y hermosos
ojos verdes que hacían honor a su nombre, con unas largas y hermosas pestañas
que los hacían resaltar aún más. Su tez era perfectamente blanca; no había
ninguna imperfección en ella; sus hermosos labios y su perfecta nariz, adornaban
delicadamente ese rostro angelical. Tenía un cabello hermoso; una cabellera
pelirroja y rizada que vista desde lejos, parecía una cascada de fuego que
bajaba desde su cabeza, recorriendo su espalda para perderse en algún lugar poco
antes de llegar a sus omóplatos. Tenía una figura perfecta, una voz angelical y
una sonrisa que podía llenar de luz cualquier lugar en el que ella estuviera.
Aunado a todo esto, tenía una personalidad excepcional, ¡era la persona más
amable y alegre del mundo! Inteligente, dedicada, graciosa, bondadosa y
cariñosa, tal como su madre, y que siempre ponía el bien de los demás antes que
el suyo. Todos los que la conocían decían que era un ángel caído del cielo…sin
embargo, Esmeralda tenía un pequeño problema, era muy insegura de sí misma, y a
pesar de todas su cualidades, se sentía que no valía nada.
Un día Esmeralda estaba con un joven
que llevaba ya 1 año de conocer, y que
para ella era el hombre perfecto. El joven, llamado Esteban, era un muchacho de
su misma edad, alto, guapo, inteligente, de familia acomodada y bien parecido,
aunque superficial, egoísta, vanidoso y egocéntrico. Sin embargo, Esmeralda
estaba ciega ante esto, y a pesar de que muchas personas le habían dicho que no
le convenía, ella había caído ante sus encantos, y de verdad lo amaba y quería estar con él, a
pesar de que en el fondo, Esteban no la amaba a ella, sólo la estaba usando
para divertirse y la había cortejado por una apuesta que había hecho con sus
amigos.
Un día, mientras paseaban por los
jardines de la mansión de la familia Khor, Esteban le dijo a Esmeralda:
—¿Esmeralda, te gustaría ser mi novia?
La joven se sentía en un sueño, y sus
ojos se iluminaron más que nunca. Emocionada, casi sin aliento y sin saber lo
que le aguardaba, le respondió:
—¡Claro que sí, me encantaría,
Esteban!
—Me alegra muchísimo tu respuesta,
pero tengo una condición—respondió Esteban fingiendo estar emocionado.
—¿Condición?—preguntó la joven
confundida—¡Haré lo que me pidas! Yo sólo quiero estar a tu lado porque de
verdad te amo.
Esteban sonrió complacido y agregó
picándole las costillas:
—Bien…pues me parece que estás un poco
rellenita. Te verías más guapa para mí si bajaras unos…no lo sé, ¿diez kilos?
¡Sí, diez kilos! Así serías la mujer perfecta para mí y podríamos estar juntos
toda la vida.
El brillo desapareció de los ojos de
Esmeralda, quien se sentía impactada por la petición de Esteban. Carraspeó.
—¿Diez…diez kilos? Pero Esteban…¿acaso
no te gusto así?
El joven la tomó le las manos y le
dijo:
—¡Claro que me gustas! Sólo que…no te
vendrían mal unos kilitos de menos, ¿eh?
Esmeralda se puso a reflexionar. Su
figura nunca le había preocupado demasiado, pero tal vez Esteban tenía razón;
había estado comiendo mucho los últimos días, pues estaba de vacaciones y había
ido con sus amigas a muchos restaurantes, donde había disfrutado muchas veces
del gelato de vainilla que tanto le gustaba. Además, hacía poco que había
abandonado sus clases de ballet porque la escuela le absorbía mucho tiempo, y
tal vez eso hubiera contribuido en que subiera unos cuantos kilos.
Cuando por fin logró salir de sus
pensamientos, le dijo a Esteban:
—Tienes razón, bajaré esos diez kilos
por ti, mi amor, para que podamos estar juntos.
El muchacho rió para sus adentros con
malicia.
—Gracias, mi corazón. Por ahora tengo
que irme, se me hace tarde para mi cita con el dentista, ¡pero volveré para ver
lo hermosa que te ves con esos diez kilos de menos!
Le guiñó el ojo mientras caminaba
hacia su auto y Esmeralda mostró una sonrisa forzada. Lo que Esteban le había
dicho la había dejado pensativa.
Una vez que él se fue, la joven corrió
a su habitación y se miró en el espejo. No le gustó lo que vio. Se veía y se
sentía gorda, obesa…fea. Miró las revistas de moda que tenía sobre su cama y su
cuerpo no se parecía en nada al de esas modelos perfectas. Las lágrimas rodaban
lentamente por sus mejillas, arrastrando a su paso el maquillaje que ella
cuidadosamente se había aplicado cuando supo que Esteban la visitaría. Entonces
decidió que bajaría esos diez kilos de una vez por todas, para así poder estar
con Esteban.
En un principio, logró bajar 4 kilos
con ejercicio y buena dieta, pero al ver su avance se sintió defraudada ya que
le faltaba más de la mitad de su meta y llevaba más de 3 semanas.
Estaba desesperada, no sabía qué hacer,
lo que más deseaba en el mundo era poder estar con Esteban, pero al parecer,
nunca podría lograrlo. Pasó noches enteras llorando en su habitación,
preguntándose el cómo había sido tan estúpida para creer que un joven como él
se enamoraría de una bestia gorda y fea como ella, que era como se sentía ella
en esos momentos.
Todos
esos pensamientos la llevaron a dejar de comer. Tenía una terrible obsesión por
las calorías que consumía y pasaba semanas enteras sin probar alimento. Pero en
algunas ocasiones, cuando sentía que ya no podía más, o cuando el estrés y la
presión no dejaban de agobiarla, Esmeralda comía excesivamente de todo lo que
se encontraba. Sin embargo, después de eso, se sentía culpable e iba al baño a
vomitar todo lo que había ingerido, o tomaba laxantes para sacar de su
organismo ese “veneno”, que es como llamaba últimamente a la comida.

—¡Esme, pero qué hermosa estás! ¡Ahora ya podemos estar
juntos, te ves más bella que nunca! —dijo esto mientras tomaba el frágil cuerpo
de la joven entre sus brazos.
—Gracias—dijo Esmeralda casi en un
susurro, pues se sentía demasiado débil incluso para hablar.
—Bueno, pero ¿para qué
conformarnos?—agregó Esteban con malicia—Aún puedes adelgazar más, mi cielo,
entre más delgada estés, más hermosa te veo yo y más te voy a amar.
Esmeralda forzó una sonrisa.
—Lo que tú me pidas, mi amor.
Siguió así por un tiempo, y en tres
meses, había adelgazado ya más de veinte kilos. Su condición comenzó a empeorar;
se veía pálida, demacrada, estaba prácticamente en los huesos y se sentía más
débil que nunca. No podía ni siquiera levantarse en las mañanas para ir a la
escuela, y lo peor es que nadie lo notaba. Ni su familia ni amigos. Ella se
encontraba sola con su mente, con sus
pensamientos que día con día la torturaban y la hundían más. Su cabello, esa
hermosa cascada de fuego comenzó a apagarse, a tornarse opaca y a caerse por
montones. Sus uñas comenzaron a quebrarse y su piel de seda se volvió áspera y
agrietada. Su sonrisa de desvaneció y sus hermosos labios rosas estaban
secos…sin vida. Cada parte de ella estaba muriendo, incluso la luz y el
resplandor de sus ojos lo estaba haciendo. Era como una hermosa flor que se iba
secando poco a poco.
A pesar de esto, cada vez que la joven
se miraba en el espejo, veía lo mismo; “una bestia gorda y fea”, y sus
pensamientos no dejaban de gritarle: “Estás obesa, eres horrible, por eso nadie
te quiere, por eso Esteban no te quiere y nunca te querrá. Tienes que adelgazar
más para lograr que te ame como lo amas a él”. Así que ella seguía con estas
prácticas que la estaban conduciendo hacia un sólo camino: la muerte.
Al poco tiempo, durante una reunión muy
importante de la familia Khor, el señor Rafael notó que su hija no era la
misma, que tenía la mirada perdida y que no había nada de esa alegría y luz que
siempre reflejaba, sin embargo, estaba muy ocupado como para darle importancia.
Esa noche, la señora Bianca le pidió a
Ravin que tocara un poco el piano, ya que era muy bueno y quería que las demás
familias notaran su gran habilidad con este instrumento musical. Ravin acepto pero
pidió que su hermana acompañara la pieza bailando ballet con esa gracia que le
caracterizaba.
Ella no quería pero como no podía
desprestigiar a su familia y a su padre enfrente de las familias presentes negándose
a tal petición, decidió ir a ponerse su vestuario para bailar, se peinó, se
maquilló un poco para no verse tan demacrada y fue al salón donde estaban todos
esperándola.
Al entrar todos notaron la
desnutrición de Esmeralda y el gran cambio que había sufrido su cuerpo en solo
tres meses. Ella hizo caso omiso a todas las miradas que la acusaban, incluso a
la de sus padres y hermano, quien todavía impactado, empezó a tocar una pieza
de Mozart. Ella comenzó a bailar, pero apenas había comenzado cuando se
desplomó contra el suelo de madera y todos los invitados corrieron asustados a
ayudarla.
Esmeralda despertó en el hospital y
como era obvio, el doctor les dijo a sus padres que su hija tenía un grave problema de bulimia y anorexia, motivo por el cual
había desarrollado anemia y estaba muy por debajo del peso adecuado para una
chica de 17 años. Sus padres y su hermano se lamentaron por no haber puesto más
atención y haber detectado el problema a tiempo.
Al enterarse de lo sucedido, Esteban
corrió al hospital donde se encontraba su novia, y al verla ahí, la tristeza y
la culpa lo inundaron. N podía creer hasta dónde había llegado ese “juego”.
—Esme—dijo entre sollozos—¡Perdóname,
te juro que no era mi intención!
Esmeralda se conmovió al principio,
pero después, al verse rodeada de doctores, enfermeras y con agujas en las
venas de sus manos, supo exactamente lo que tenía que hacer.
—Vete, Esteban—dijo con voz trémula.
El joven se puso de pie, y cabizbajo,
se dirigió a la salida del hospital, pensando en lo que había causado tanto a
Esmeralda como a su familia.
Esmeralda se quedó llorando y pensando
en su habitación. En ese momento comprendió que el verdadero amor no juzga por
la apariencia física, sino por lo que hay en el interior, además de que antes
de desear que otros nos quieran, debemos querernos y aceptarnos a nosotros tal
y como somos, sin tratar de seguir estereotipos ni cánones de belleza impuestos
por la sociedad.
Por: Sandra Paola Marfileño de Lira.
Por: Sandra Paola Marfileño de Lira.
Poema: Al confiar en el alcohol
Al
confiar en el alcohol


Falsas alegrías,
inocencia perdida,
juventudes deshechas,
callejones sin salida.
Quedan en la cabeza
de aquel que al alcohol
confía su torpeza
y a veces, el mal de amor.
por eso muy bueno fuera,
tuviera el envase
una calavera.
Por: Dagoberto Raziel Mares Rincón.
Ejemplos de figuras retóricas.
Figuras retóricas.


Onomatopeya.
“Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.
El gallo Colibrí
era pelirrojo,
y era su traje
de hermoso plumaje.
Kikirikí.
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.
Kikirikí.
Levántate labrador,
despierta con alegría,
que viene el día.
Kikiriki.
Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el «cole».
El pueblo no necesita reloj,
le vale el gallo despertador”.
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.
El gallo Colibrí
era pelirrojo,
y era su traje
de hermoso plumaje.
Kikirikí.
Levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.
Kikirikí.
Levántate labrador,
despierta con alegría,
que viene el día.
Kikiriki.
Niños del pueblo
despertad con el ole,
que os esperan en el «cole».
El pueblo no necesita reloj,
le vale el gallo despertador”.
(Gloria
Fuertes)
Reticencia
“Por
el solio de Apolo soberano
juro...
y no digo más. Y ardiendo en ira,
se
echó a las barbas una y otra mano”.
Prospopeya
“Suave
Patria: permite que te envuelva...”
(Ramón
López Velarde)
Hipérbole
“¡Oh,
más dura que mármol a mis quejas, y al
encendido fuego en que me quemo más helada
que nieve, Galatea!”
encendido fuego en que me quemo más helada
que nieve, Galatea!”
(Fragmento de Garcilaso de la Vega)
Antítesis
“Es tan corto el amor
y tan largo el olvido”
(Pablo Neruda, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada")
y tan largo el olvido”
(Pablo Neruda, "Veinte poemas de amor y una canción desesperada")
Elipsis
“Con
estas y con otras leyes y estatutos
nos
conservamos y vivimos alegres;
somos
señores de los campos, de los
sembrados,
de las selvas, de los montes, de las fuentes, de los
ríos
los montes nos ofrecen leña de balde, los árboles
frutos;
las viñas uvas”.
Aliteración
“Irrumpes
al ras del cielo raso
con tus roncos ronquidos
idos en -Re musical.
Te agarro rampante,
y reafirmo en lo raro que resulta
rasgar tus ropas,
rasgar tus ropas como rapaz.
Y más reclamas.
Te haces rojo-marrón
cuando ruegas rabiosa por mi rabia”.
(Félix Rosario Ortiz)
con tus roncos ronquidos
idos en -Re musical.
Te agarro rampante,
y reafirmo en lo raro que resulta
rasgar tus ropas,
rasgar tus ropas como rapaz.
Y más reclamas.
Te haces rojo-marrón
cuando ruegas rabiosa por mi rabia”.
(Félix Rosario Ortiz)
Símil
“Como el
ave sin aviso
o como el pez, viene a dar
al reclamo o al anzuelo”
(Lope de Vega, “Fuente Ovejuna”)
o como el pez, viene a dar
al reclamo o al anzuelo”
(Lope de Vega, “Fuente Ovejuna”)
Epíteto
“Por
ti la verde hierba,
el fresco viento
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera me agradaba…”
(Garcilaso de la Vega)
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera me agradaba…”
(Garcilaso de la Vega)
Retruécano
“¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga,
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Pues, ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis"
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga,
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Pues, ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis"
(Sor
Juana Inés de la Cruz)
Hipérbaton
“Del
salón en el ángulo oscuro
de
su dueña tal vez olvidada
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa”
(Gustavo Adolfo Becquer, Rimas VII)
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa”
(Gustavo Adolfo Becquer, Rimas VII)
Anáfora
“Temprano levantó la
muerte el vuelo
temprano madrugó la
madrugada
temprano estás
rondando por el suelo
No
perdono a la muerte enamorada
no
perdono a la tierra ni a la nada”
Sinécdoque
Cuando
llegó el ejército, los salteadores dejaron la ciudad. Una niña se acercó a un
soldado y le dijo “que bueno que vino, espantó a los malos”. Así llegó la paz a
las calles.
Metáfora
“Mi sien,
florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas”.
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas”.
(“El rayo
que no cesa” Miguel Hernández)
Por: Diego Gutiérrez Franco.
Por: Diego Gutiérrez Franco.
Reseña: Diario de un rebelde
Diario de un rebelde.


Las adicciones
en los adolescentes es un tema que ha sido muy mencionado hoy en día, esto
debido al aumento en la incidencia de esta problemática entre jóvenes de entre
15 y 20 años en las últimas décadas. Esta situación es verdaderamente
alarmante, ya que las consecuencias que pueden llegar a tener las adicciones en
los jóvenes, así como para sus familias si no son tratadas a tiempo, son
devastadoras.
“Diario de un
rebelde” es una producción cinematográfica del año 1995, que se enfoca
precisamente a este tema desde el punto de vista del escritor y poeta
estounidense Jim Carroll, quien narra el episodio de su vida en que él y sus
amigos se vieron inmersos en las drogas y cayeron en un espiral de
desesperación. Fue producida bajo la dirección de Scott Kalvert y cuenta con la
participación de actores como Leonardo DiCaprio, Lorraine Bracco y Ernie
Hudson.
La película ha
recibido críticas generalmente positivas, sobre todo por la manera objetiva en
que trata el tema de las adicciones y las consecuencias que estas pueden tener
en los jóvenes.
La historia
trata de la vida de cuatro amigos Jim, Miki, Neutrón y Pedro. Su vida era muy
buena, iban a un buen colegio y jugaban en un equipo de baloncesto. Un amigo,
Boby, que estaba en el hospital porque tenía cáncer fue visitado por Jim que le
saco del hospital y le llevó a dar una vuelta. Boby estaba muy afectado y sus
pensamientos eran muy pesimistas. Poco después de la visita, él muere, lo cual
es un duro golpe para Jim. Este hecho, podría ser un motivo más para meterse en
las drogas. Entonces Jim y sus amigos empiezan a meterse cocaína para estar con
unas chicas, pero luego se enganchan y no les importa nada con tal de conseguir
droga.
Un día antes de
un partido, Pedro le ofrece a sus amigos pastillas; todos aceptan menos
Neutrón. El partido salió fatal, estaban mareados, al acabar el partido llaman a
la policía, y como resultado, los expulsan del equipo, poco más tarde del
colegio y a Jim de su casa. Más tarde, se muestra que Neutrón, al alejarse de
las drogas, ha llegado a jugador profesional.
En ese momento
los tres amigos restantes ya están metidos en el mundo de las drogas y hacen
cualquier cosa para obtener dinero para gastarlo en droga como robar coches,
bares e incluso, asaltan personas. Una noche en un bar, Pedro está tan drogado
que no puede ni reaccionar, motivo por el cual, los demás lo dejan en el bar y
la policía le arresta. Jim tiene un problema porque vende droga adulterada y
por eso el comprador lo golpea brutalmente. Por suerte, aparece Reggie, un
amigo con el que jugaba baloncesto, el cual lo encierra en una habitación de su
casa para que se olvide de la cocaína y demás drogas, pero cuando el joven se
va de casa, Jim aprovecha para escaparse. Como no tiene dinero, el joven se
prostituye para obtenerlo, y luego se encuentra con Mikey, los dos le intentan
comprar droga a un hombre que solamente los engaña. Ellos lo persiguen para que
les devuelva el dinero pero cuando llegan a una terraza Mikey saca la pistola y
el hombre asustado, tropieza y cae a la calle. Ambos salen corriendo; Mikey es
trapado y arrestado por la policía, mientras que Jim va a casa de su madre a
pedirle dinero. Ella llama a la policía y Jim es arrestado.
Al salir de
prisión, el joven está rehabilitado, y vuelve a encontrarse con Pedro quien no
ha salido del vicio, éste le ofrece nuevamente drogas a Jim, pero el toma una
sabia decisión y se niega a volverlas a consumir.
Como podemos
observar claramente en esta película, cualquier adolescente puede ser víctima
de las drogas. Todos estamos expuestos en mayor o en menor nivel dependiendo
del entorno social en el que nos desarrollemos, así como de nuestra capacidad
para decir “no” cuando sabemos que algo puede resultar dañino o perjudicial
para nuestra salud.
Las causas de
que los jóvenes caigan en las adicciones, son bastante diversas, algunas de
ellas se muestran en el filme, como son la influencia de los amigos y la
curiosidad por experimentar cosas nuevas, ya que muchas veces, el grupo social
el que pertenecemos o deseamos pertenecer, pone como condición para ser
aceptado el consumir estas sustancias nocivas para nuestra salud. Otras cuantas
causas comunes son los problemas familiares, ya que al estar viviendo en un
ambiente de tensión donde no existe la comunicación y apoyo, los adolescentes
buscan escapar de ello de la peor forma posible, y se refugian en las drogas y
el alcohol, creyendo que esto los ayudará a lidiar de una manera más sencilla
con sus problemas o a superarlos más fácil. Lo mismo sucede en el caso de los
problemas emocionales; las drogas y el alcohol son vistos como una válvula de
escape, que en lugar de solucionar cosas, las empeora, tanto para a familia
como para el adolescente.
Conforme va
transcurriendo la cinta, también podemos darnos cuenta de las consecuencias a
diferentes niveles que trae consigo esta problemática, que no son sólo a nivel
personal y de salud, sino también a nivel familiar, social y académico. En el
ámbito de salud, por ejemplo, podemos observar que los personajes que aparecen,
no tienen una vida sana en lo absoluto, y que incluso, algunos de ellos llegan
a mostrar síntomas de padecimientos como la depresión y la paranoia. Además de
los anteriores, la dependencia a estas sustancias puede desembocar también en
cirrosis, y hepatitis. En el aspecto familiar, tenemos la desintegración del
núcleo familiar; en el caso de uno de los personajes, éste fue expulsado de su
propio hogar por haberse iniciado en el consumo de drogas. A nivel social,
podemos encontrarnos con el aislamiento, la influencia a otros jóvenes y la
incapacidad de mantener relaciones afectivas sanas y estables, y como fue
reflejado en el filme, la adopción de conductas perjudiciales para la sociedad
como la prostitución y la delincuencia con el objetivo de obtener ingresos para
comprar drogas. Por último, en lo académico y profesional, el hecho de caer en
las adicciones, puede conducir a deserción escolar, ya que como sucedió con los
personajes de la cinta, los problemas que acarrean consigo estos padecimientos pueden
llevar a la expulsión o al abandono de instituciones, y por ende al no
cumplimiento de metas y propósitos a nivel tanto educativo como profesional.
Así pues,
podemos decir que esta película es muy recomendable, sobre todo para los
jóvenes, para que a partir de la situación que nos está presentando, podamos
reflexionar acerca de los riesgos en el consumo de drogas, así como las
posibles consecuencias que puede tener en diferentes ámbitos de nuestra vida,
para que de esta manera, podamos adquirir un punto de vista crítico y evitar
caer en este espiral de desesperación que son las drogas, del cual, no sabemos
si podremos salir con vida.
Reseña en formato completo.
Por: Luis David Alba Pedroza.
Reseña en formato completo.
Por: Luis David Alba Pedroza.
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