La
anorexia y la bulimia: enemigos potenciales de la juventud. 

En los últimos años, el uso masivo de
los medios de comunicación, así como la difusión de una imagen corporal
perfecta en todos los sentidos, han generado diversos estereotipos en nuestra sociedad,
los cuales han afectado de una u otra manera a los adolescentes y jóvenes. La
anorexia y la bulimia, son prueba latente de ello, son enfermedades
devastadoras que han cobrado una dimensión inusitada entre los jóvenes de todo
el mundo y de todas las clases sociales1. Estos padecimientos, que
están muy ligadas la una a la otra, han afectado y cobrado la vida de miles de
jóvenes en las últimas décadas. Empero, este es un problema que no ha
disminuido, por el contrario, ha ido aumentando al paso del tiempo. Prueba de
ello es que tan sólo en México, la incidencia de dichos padecimientos ha
aumentado 300% en los últimos veinte años. Pero ¿Cuáles son las causas que
llevan a la aparición de estas enfermedades? ¿Cómo se desarrolla la enfermedad?
¿Qué consecuencias tienen a nivel personal? ¿Cómo solucionar, tratar, pero
sobre todo, prevenir el problema?
Primeramente, empecemos por definir a
grosso modo cada uno de estos padecimientos, que después de todo, no son más
que una adicción por la delgadez2
La anorexia nerviosa, es un transtorno de la alimentación, que se caracteriza por el rechazo a la comida y un miedo obsesivo a engordar, lo cual puede conducir a un estado de inanición que trae consigo diversas consecuencias. Por otro lado, la bulimia o bulimia nerviosa es (de igual manera) un transtorno alimenticio en el cual el enfermo consume comida en exceso en lapsos muy cortos, de los cuales sigue un periodo de arrepentimiento en el que la persona busca eliminar la cantidad de alimento consumido mediante vómito inducido o laxantes. Ambos padecimientos están muy ligados el uno con el otro y generalmente, pueden llegar a desembocar en problemas depresivos.
La anorexia nerviosa, es un transtorno de la alimentación, que se caracteriza por el rechazo a la comida y un miedo obsesivo a engordar, lo cual puede conducir a un estado de inanición que trae consigo diversas consecuencias. Por otro lado, la bulimia o bulimia nerviosa es (de igual manera) un transtorno alimenticio en el cual el enfermo consume comida en exceso en lapsos muy cortos, de los cuales sigue un periodo de arrepentimiento en el que la persona busca eliminar la cantidad de alimento consumido mediante vómito inducido o laxantes. Ambos padecimientos están muy ligados el uno con el otro y generalmente, pueden llegar a desembocar en problemas depresivos.
Estos problemas se dan principalmente
en mujeres, ya que por lo general, son ellas quienes se preocupan más por su
imagen. En nuestro país, el 90% de los casos de anorexia y bulimia, se tratan
de mujeres entre 14 y 17 años de edad. Sin embargo, a pesar de que se conoce
muy bien el problema, sus causas con muy variadas y difíciles de valorar. La
presión social, los estereotipos y el provenir de una familia rígida, son las
causas principales los estereotipos, son mayoritariamente las causas
principales. A pesar de lo anterior, podemos decir que estas no son las “causas
reales”, pues al analizar a fondo el tema, podemos llegar a la conclusión de
que el centro de todo es una baja autoestima e inseguridad por parte del
paciente, sin importar su sexo o su edad. De esta manera, tenemos que si
tenemos una baja autoestima, si no nos queremos y nos aceptamos a nosotros
mismos tal y como somos, seremos un blanco fácil para las críticas de nuestra
sociedad imperfecta que quiere personas perfectas en todos los sentidos.
Pero, ¿de dónde salen todos
estereotipos que nos dicen cómo debemos ser? La publicidad podría ser una buena
respuesta a esta interrogante. Día a día, los medios masivos de comunicación,
nos bombardean con fotografías de modelos con cuerpos perfectos y vidas
perfectas y productos “light” para no engordar, es de ahí de donde surge la
idea que la sociedad adopta de que debemos ser exactamente como ellos, y que si
no lo somos, no seremos bien vistos ni aceptados por los demás. Entonces, como
se mencionó anteriormente, si no se tiene una buena autoestima y nos aceptamos
y valoramos como somos, comenzamos a querer cambiar; pero el problema no es
precisamente éste, sino que buscamos cambiar para satisfacer las exigencias de
los demás o de nosotros mismos sobre tener cuerpos perfectos a costa de todo,
incluso de nuestra propia salud.
Es entonces donde comienzan a aparecer
estos transtornos y la primera etapa de la anorexia se hace presente; ésta es
la aceptación acrítica del sobrepeso. En esta etapa, la persona da por hecho
que está gorda, lo cual la lleva a dejar de ingerir alimentos, hacer ejercicio
excesivamente. De ahí, se pasa al pensamiento obsesivo compulsivo, en el cual,
la persona cree que todos los alimentos engordan o hacen daño. Posteriormente,
tenemos la tercera etapa, que es el dismorfismo perceptual; la etapa más
crítica de la enfermedad en la que el paciente experimenta una anormalidad en
el sentido de la percepción respecto a su persona, y a pesar de estar delgada,
se ve gorda frente al espejo.
A pesar de que la anorexia puede darse
por sí sola, en algunas ocasiones viene acompañada de la bulimia, la cual
tiene, de igual manera, ciertas etapas. La primera, se conoce como inicio del
ciclo bulímico; en ésta, se comienza con la ingesta exagerada de alimentos,
seguidos de vómitos autoinducidos o consumo excesivo de laxantes. La segunda
etapa, conocida como cronicidad bulímica, la cual se caracteriza por la
creación de una cierta “adicción” al ciclo bulímico.
Sin embargo, al pasar a través de las
diferentes etapas, la persona generalmente no busca ayuda. Se siente sola,
avergonzada, trata de ocultarlo a toda costa y en la mayoría de las ocasiones,
ni siquiera reconoce su padecimiento o acepta que sea un problema, a pesar de
las consecuencias personales que estas enfermedades traen para su salud, entre
las cuales, podemos encontrar anemia, deshidratación, pérdida del cabello,
ausencia en la aparición de caracteres sexuales secundarios, uñas quebradizas,
problemas estomacales, fluctuaciones en el peso, problemas cardiacos e incluso,
problemas neuronales y autoagresión ex profeso de compensar el dolor del hambre.
A pesar de todas las graves
consecuencias que tienen estos padecimientos sobre la salud, a la persona no le
importa; aguanta de todo con tal de conseguir su objetivo, que es el de tener
un cuerpo perfecto3. Es por esto que quienes generalmente
desarrollan dichas enfermedades, son personas por lo general muy
perfeccionistas, intelectualmente sobresalientes, de carácter fuerte o
enfocadas al éxito, pero que esconden detrás de estas cualidades una baja
autoestima, miedo al rechazo, al fracaso y en general, inseguridad.
Todo esto, puede ir conduciendo poco a
poco a otros problemas psicológicos y psiquiátricos como la depresión. La
persona se hunde en un estado de tristeza e infelicidad, siente que no vale y
que es inútil por no ser “perfecta”. De ahí se deprenden problemas no sólo a
nivel personal, sino también social; se aísla de las personas, pierde el gusto
por ciertas actividades que antes le hacían feliz, surgen problemas familiares,
entre otras cosas.
Es bastante triste el hecho de saber
que esta es la situación por la que varios adolescentes de nuestro entorno
pueden estar atravesando silenciosamente, que se sienten atrapados, que no
encuentran la salida, o que peor aún, se han acostumbrado tanto a vivir de esa
manera, a convivir con el dolor y con la enfermedad que ya ni siquiera buscan
salir. Pero la peor parte es que nosotros mismos lo hemos propiciado; lo hemos
propiciado al burlarnos, criticar, menospreciar o rechazar a alguien por su
peso, al “idolatrar” a las figuras perfectas de modelos que aparecen en las
revistas, que de antemano, sabemos que no son reales. Simplemente, al
establecer todos esos estereotipos y reglas sobre la apariencia física que
rigen nuestra sociedad hoy en día. Al creer que la belleza y la aceptación,
sólo pueden lograrse teniendo un cuerpo escultural.
Así pues, podemos darnos cuenta de que
vivimos en una sociedad que empeora día con día. Una sociedad que dice cuidar y
fomentar el sano desarrollo del adolescente, pero que en realidad, lo está destruyendo
y lo está conduciendo a su propio fin.
Sin embargo, no sirve de nada
lamentarnos sobre un hecho que ya está sucediendo y que día con día está
creciendo. Lo que podemos hacer, es tomar cartas en el asunto y evitar que esta
problemática siga creciendo, ayudar en lo posible al tratamiento de personas
que conozcamos y que sepamos que están padeciendo estos transtornos, para de
esta manera, irla erradicando poco a poco. Hagámoslo no por obligación, sino a motu
propio, por nosotros, por nuestros compañeros y amigos, por nuestra sociedad y
por nuestros adolescentes.
Primero que nada, debemos construir
relaciones de calidad dentro de la familia; crear lazos donde prevalezcan la
confianza, el amor, el cariño y la aceptación, ya que la familia es una parte
muy importante en el desarrollo del adolescente y en el tratamiento de estos
padecimientos. Del mismo modo, debemos ayudar a crear un ambiente en el cual
predomine el respeto a las diferencias de los demás, sin estereotipos,
discriminación o críticas en nuestro entorno social, para que éste ayude al
adolescente a tener una buena autoestima. Otro punto importante, es forjarnos
un pensamiento crítico ante los medios de comunicación y no creer que todo los
que nos muestran es verdadero4. Claro está que no podemos cambiar la
actitud de los demás, pero podemos iniciar el cambio con nosotros mismos, y
aunque los resultados no sean muy notorios, habremos contribuido en algo.
De igual manera, es muy importante el
estar atentos a conductas que puedan estar relacionadas con la anorexia o la
bulimia, tales como una pérdida rápida de peso, preocupación excesiva por el
mismo, gran consumo de agua, rechazo a alimentos con gran contenido calórico,
debilidad o problemas para respirar5. En caso de que alguien cercano
a nosotros muestre estos síntomas, es importante mostrarle nuestro apoyo, no
juzgarlo y ayudarlo a buscar ayuda. Si somos nosotros los que estamos pasando
por un padecimiento de este tipo, es importante recordar que no debemos
quedarnos callados y debemos buscar ayuda lo antes posible; siempre hay alguien
en quien confiar, ya sea amigos o familiares, y si no los hay, debemos tener
presente que hay instituciones destinadas a ayudar a jóvenes que estás
atravesando por situaciones de esta índole.
La anorexia y la bulimia son problemas
que deben ser tomados en serio, no como un juego, ni una moda, ni algo para
llamar la atención. Son transtornos alimenticios cuyo origen se encuentra
primeramente en una baja autoestima e inseguridad sobre uno mismo6,
lo cual ocasiona que las críticas y los estereotipos sobre un cuerpo perfecto
nos afecten fácilmente y nos lleven a desarrollar estas enfermedades, cuyas
prácticas pueden traer diferentes consecuencias para nuestro organismo y
nuestro bienestar personal y social, lo cual nos conduce hacia nuestro propio
fin, a un agujero del que en un determinado punto, aunque queramos, no podremos
salir. Sin embargo, existen maneras de tratar y prevenir estos padecimientos
con los que nosotros podemos contribuir. Debemos respetar a las personas,
valorarlas y aceptarlas como son; no criticarlas ni juzgarlas, para de esta
manera, poder hacer de esta sociedad un entorno mejor para desarrollarnos como
adolescentes y como personas, y sobre todo, no buscar ser ideales, sino, reales.
1 (Salcedo, 200; p. 48). Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
2 Concepción Salcedo Meza.
3 Castellano,
Serafín. 2001. Anorexia y
Bulimia: Información y prevención. Consultado el día: 17 de febrero de
2015.
4 Castellano,
Serafín. 2001. Anorexia y
Bulimia: Información y prevención. Consultado el día: 17 de febrero de
2015.
5 Borrás
Astorga, Pedro. “Anorexia Nerviosa:
Características y Síntomas”. Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
6 Gómez Juan,
‘’La Anorexia y la Bulimia’’.
Consultado el día: 17 de febrero de 2015.
Referencias
bibliográficas:
http://es.salut.conecta.it/pdf/valencia.pdf
Ensayo en formato completo
Por: Sandra Paola Marfileño de Lira.
Ensayo en formato completo
Por: Sandra Paola Marfileño de Lira.
un ensayo completo que ayuda a comprender un poco mas sobre estos trastornarnos alimenticios.
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